30 de marzo de 2016

Bruno, disfrutable y soñado

Comienza 2016 "después de que llega el último ciclista" como dicen algunas personas mayores.

Pasó fin de cursos, pasaron las Fiestas, comenzó 2016, verano, cumpleaños, compra de materiales para la escuela, y acá andamos otra vez...

Cuando abro la página del diario El País, para verificar las noticias, me encuentro con la foto de Bruno, y está tan diferente..Pasó un año. Está tanto más grande, maduro, conversador..
Es un niño soñado.


Como la última publicación fue hace bastante tiempo, voy a actualizar un poco, especialmente para los papás que están comenzando este camino. No me olvidé y no quiero dejar de compartir nuestra historia de vida con Bruno.

Bruno ha avanzado tanto, está tan disfrutable..

Mejoró muchísimo en el habla, y eso lo ayuda, aunque aún continúa con un habla que no es lo que los demás llamaríamos "normal".

Participa cada vez más en todo, pregunta y todo quiere saber.
La percepción que tiene sobre el entorno y sobre los estados de ánimo de los demás es increíble. Desde que era un bebé ya la tenía. La percepción de algunas de sus limitaciones. El disfrute de cantar, de inventar cuentos, realizar construcciones con bloques complejas y detalladas que interpretan lugares y construcciones reales.

Hoy pude verlo acercarse a dos niños varones, con una  sonrisa, y les preguntó "cómo te chamás?". Ninguno le dio pelota. Ya saben, es Bruno. Es el niño hermoso, feliz y bueno que corre con una sonrisa en su cara mientras muchas veces sus brazos aletean.

En ese momento me entristezco de que no le respondan. También en los momentos que me pide para hacer tenis o actividades que hacen sus compañeros de clase y que él no sabe hacer, ya que no termina de entender la lógica del juego o le falta la habilidad motriz necesaria.

Cuando los demás intercambian figuritas, ahí está Bruno, metiendo su cabeza entre todos para mirar, aunque a él solo le interesen determinadas figuritas que probablemente para los demás no tengan valor.

Él tiene su intención de participar, aunque no lo logra, participa igual a su manera en los juegos de los demás. Si juegan al fútbol, puede correr en el medio de todos, porque todos corren atrás de la pelota, no es así? Y está bueno acompañar a todos en la corrida. Aunque en esos casos le digan "Salíii Brunoo", ya que eso de correr en el medio entorpece el juego de los demás.



Es invitado a cumpleaños, pero no a la casa de sus amigos. Esto no es un reproche ya que tampoco me lo imagino yendo a la casa de alguien e integrándose a las actividades, que lo entiendan. Creo que es un esfuerzo muy grande para cualquier padre que no sepa lo que es tener un niño con autismo o que no conozca a Bruno en profundidad o no entienda lo que dice.

Él ha invitado amigos a casa. Sus amigos acaban  jugando con sus hermanos, pero él participa a su manera, feliz. También, cuando mi hija invita a sus amigas, explota de felicidad. Para él es una fiesta.

Mi relato anterior es como una serie de emociones alternadas: la alegría inmensa de verlo y disfrutarlo, y los momentos en los que me entristezco porque no logra interactuar con los demás o integrarse como el resto.

Sin embargo, si me concentro en como lo vive él, puedo decir que sigue adelante, feliz, con su sonrisa preciosa, incambiada. Él es feliz. Él no tiene la percepción del entorno que tenemos los adultos. Él no entiende el rechazo o la burla. Es feliz, hermoso y extremadamente bueno.


 Y ese sentimiento de alegría de saber que él es feliz y que no le importa como actúe respecto a él el entorno es el que me acompaña el 90% del tiempo.

Si se obsesiona con algo, le invento un cuento en el que su motivo de obsesión es protagonista de la historia y se mata de risa. A su manera él también nos hace chistes con juegos de palabras.

Disfruto a Bruno, todos lo disfrutamos y doy gracias al Señor por tenerlo.
Estoy absolutamente segura de que el mundo sería mucho mejor con más seres humanos como él.



Comparto con Uds este material:Un niño con autismo en la familia